La palabra alquimia procede del árabe al-khemi (الكيمياء) , khemi es Tierra negra, haciendo referencia al antiguo Egipto, al que se conocía con este nombre.
Se ha sugerido también que la palabra árabe al-kīmiya significaba
originariamente ‘la ciencia egipcia’, tomando prestada del copto la palabra kēme, o ‘Egipto’, así alquimia seria entonces el ‘arte de Keme’ es decir el arte que viene de Egipto

Sin lugar a dudas la palabra árabe kīmiya ha dado lugar a ‘química’ en castellano.

Al-kīmiya significa a su vez Química en el árabe moderno
Mientras que la Medicina debe su nombre y su existencia a los «medos» o persas, de ahí viene Medicina (de medas), las ciencias de la salud derivadas del paradigma egipcio, el antiguo país de Kemi o de la «tierra negra.

Ambos términos, «medicina» y «kemicina o alquimia», tuvieron pues en principio una semántica común y sin embargo, sus presupuestos y pulares fueron siempre completamente distintos e incluso radicalmente opuestos.

Mientras que el paradigma medas- persas o «medico» se decantó, en absoluta coherencia, con el dualismo tradicional iranio, por la curación por medio de la oposición de contrarios (el calor se quita con el frío y el frío con el calor), el paradigma egipcio o kémico, desarrolló un sistema basado en la curación por lo semejante al que se llamó también medicina simpática, ley de signaturas y a partir del siglo XVIII, homeopatía.

Entre los siglos Xll y Xlll, en plena Edad Media, existió un punto donde los conocimientos de la antigua Mesopotamia y Egipto, La Cábala de los judíos, la matemática de los árabes, el espíritu de los druidas y brujas y los saberes del hasta entonces conocido mundo se cruzaban y combinaban.

Para entender a les alquimistes del pasado, se debe empatizar con lo realmente maravilloso y mágico que parecería ser para elles la conversión de una sustancia en otra, en el marco de una cultura que todavía no comprendía racionalmente los aspectos de la física y química.

Para les alquimistas, no había razón alguna para separar la dimensión química (material) de la interpretativa, simbólica o filosófica (inmaterial) o incluso espiritual.

En aquella época una física desprovista de significado metafísico habría sido tan parcial e incompleta como una metafísica desprovista de manifestación física. Así que los procesos y símbolos alquímicos solían tener tanto un significado interno referido al desarrollo espiritual del profesional como un significado material conectado a la transformación física de la materia.
Aunque la alquimia adopta muchas formas, en la cultura popular antigua es citada con mayor frecuencia como el proceso utilizado que pretendía transformar plomo u otros elementos en oro pero en realidad, es mucho más.

En la historia moderna de la ciencia, a la alquimia se la describe como una antigua práctica protocientífica y una disciplina filosófica que combinaba elementos de la química, la metalurgia, la física, la medicina, la astrología, la botánica, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte.

El término alquimia se puede utilizar desde el año 300 a.C hasta prácticamente el s. XVI o XVII. Posterior a estos siglos se considera ya la separación entre química, física, medicina, botánica, astrología.

La alquimia fue una de las principales precursoras de las ciencias modernas y muchas de las sustancias, herramientas y procesos utilizados y creados por la antigua alquimia han servido como pilares fundamentales de los conocimientos actuales.
Así pues, les antigües alquimistas se dedicaban a hacer medicamentos, estudios de forenses, de fisiología, patología, fundición y fabricación de útiles de metal, estudios de la botánica y fauna, estudios de astronomía, cuestiones matemáticas y un largo etc.
Todos estos aspectos, por supuesto, estaban en relación y conexión directa entre sí, holísticamente comprendidos, estudiados y utilizados. Todas las áreas de conocimiento y estudio estaban totalmente relacionadas entre ellas y no existía una separación de ciencias como ahora se reconoce.